miércoles, 26 de octubre de 2011

Atributo

XXVI.

El atributo y su representante

359. Un reducido número de verbos, llamados copulativos (ser, estar, parecer ), se caracteriza por adoptar un adyacente peculiar, conocido atributo (y también como predicado nominal). Suelen desempeñar este papel palabras de la clase de los adjetivos, pero en su lugar pueden aparecer sustantivos y otros segmentos más complejos. Así en estos ejemplos:

ATRIBUTOS O ADYACENTES ATRIBUTIVOS

Este caballero es rico.
Los niños estaban contentos.
La muchacha parece seria.
El chico será pintor.
Su amigo es de Madrid.
La maestra está de mal humor.
El caballo parece de buena raza.
Es tarde.
Los cuadros estaban bien.
Esas palabras no parecen adecuadas.
Los dos hermanos son médicos.
Los candelabros son de bronce.
El café está que arde.
La señora parece que sufre.

Conforme hacen los objetos directo y preposicional, el atributo para limitar la aplicación designativa del verbo. También como, el atributo, al ser eludido, deja junto al verbo un incremento pronominal. Pero mientras este varía en número y género en el caso de los objetos, el representante del atributo es invariable y no expresa esos valores morfemáticos: siempre es lo, átono, y compatible con cualquier género y con cualquier número. Si los ejemplos precedentes los trasladásemos a entonación interrogativa, diciendo ¿Este caballero es rico?, ¿Es tarde?, ¿Estaban contentos?, ¿No parecen adecuadas?, ¿Es de Madrid?, ¿Está que arde?, etc., la respuesta, suprimiendo por redundante la noción explícita del atributo, ofrecería en todos los casos el referente átono lo: Lo es, Lo es, Lo estaban, No lo parecen, Lo es, Lo está, etc.


Real Academia Española.- Gramática de la Lengua Española.- Emilio Alarcos Llorach. Pág. 300.





























Categorías que funcionan como atributo

Con los verbos ser y parecer funcionan como atributos:
Los sustantivos. Ejemplo: Juan es médico.
Los grupos nominales. Ejemplo: Juan parece el médico del pueblo.
Los pronombres. Ejemplos: ¿Qué es Juan? Juan lo es.
Los adjetivos. Ejemplo: Ana es alta.
Algunos adverbios de modo. Ejemplo: Juan es así.
Las oraciones de relativo. Ejemplo: Yo soy el que soy.
Los sustantivos o grupos nominales precedidos de preposición. Ejemplo: Yo parezco de Madrid.
Los infinitivos. Ejemplo: Querer es poder.

Con los demás verbos funcionan como atributos:
Los adjetivos. Ejemplo: María se quedó triste.
Algunos adverbios de modo. Ejemplo: Juan está bien.
Alguna oración adjetiva. Ejemplos: María está que rabia (rabiosa). María se quedó que no respiraba. La vi cómo trabajaba.
Los sustantivos o grupos nominales precedidos de preposición. Ejemplo: Luisa está sin un duro.
Algún gerundio. Ejemplo: La ropa está chorreando.

Existen algunas construcciones con un sustantivo como atributo del verbo estar, pero son sustantivos adjetivados en construcciones ya fijadas y pertenecientes al lenguaje coloquial. Ejem- plos:

María está pez.
Mi padre está mosca.




Gramática didáctica del español. Ed. SM. Pág.275


CAPITULO IV

CLASIFICACION DE LAS ORACIONES SEGUN LA NATURALEZA DEL PREDICADO

ORACIONES ATRIBUTIVAS
42. La persona o cosa de la cual decimos algo es el sujeto de la oración; todo lo que decimos del sujeto es el predicado. Puede ocurrir que el predicado sea una cualidad del sujeto, v. gr. : la casa es alta, mi amigo está enfermo, o que exprese una acción del mismo, p. ej. : la fruta maduraba, han
traído una carta para ti. En el primer caso la oración se llama atributiva o cualitativa; en el segundo caso, se llama predicativa.
En la oración atributiva el predicado es nominal, es decir, se expresa esencialmente con un nombre, adjetivo o sustantivo. En las predicativas, el predicado es vlerbal, se expresa por un verbo.
Las oraciones atributivas expresan cualidades del sujeto, le atribuyen conceptos adjetivos, los cuales pueden designarse por medio de un adjetivo propiamente dicho ( Pedro es alto) ; de un substantivo, que puede ser pensado como un conjunto de cualidades, o como un concepto unitario dentro del cual se clasifica el sujeto ( Pedro es médico ); de una frase adjetiva cualquiera (Pedro es de Madrid; Pedro es el que sabes) ; de un adverbio adjetivado ( Pedro es así ), de un pronombre ( Pedro es aqué) y, en general, por palabras o frases de valor nominal. Por consiguiente, el predicado nominal califica o clasifica al sujeto.
La simple predicación de una cualidad constituye una oración atributiva:¡Hermoso día! ; ¡qué linda! ; mañana fiesta; ¿tú aquí? Por consiguiente no es necesario el verbo, y muchas lenguas no lo emplean.
Los verbos ser y estar, que emplea nuestro idioma en esta clase de oraciones, se llaman copulativos porque su misión en ellas se reduce a servir de nexo entre el sujeto y el predicado sin que añadan nada al significado de la oración. Su empleo ha ido extendiéndose históricamente por asimilación de las oraciones atributivas a las predicativas, y porque permiten la expresión temporal: Juan era, es, fue, será sabio. Sin embargo, en Español moderno prescindimos muchas veces del verbo copulativo, especialmente cuando no interesa señalar el tiempo. Los numerosos casos que registran las gramáticas pueden reducirse a los dos siguientes : 1º En refranes y proverbios, por expresar juicios permanentes e intemporales: El mejor camino, el recto; cual la madre, tal la hija. 2º En oraciones interrogativas y exclamativas fuertemente matizadas de afectividad, en las cuales los sentimientos dominantes de irritación, asombro, alegría, etc., se sobreponen a toda idea de tiempo : ¡qué tonto!, ¿tú amigo suyo? , ¡que bien!, ¿quién mejor que él para eso?

43. «Ser» y «estar» como verbos no copulativos. No siempre son copulativos los verbos de que ahora tratamos. A veces ser recobra su significado primitivo de existir, efectuarse, ocurrir, suceder, v.gr.: Eso será si yo quiero; Los pocos sabios que en el mundo han sido (FR. L. DE LEÓN); Tal señora no es en el mundo (Quijote, II, 32).
El ejemplo usual que citan las gramáticas: Aquí es la almoneda, mantiene uso frecuente en la lengua moderna, v. gr. : Por lo tanto, luego que ustedes hayan comido, alargaré mi paseo hasta allá. No es muy lejos (P. GALDÓS, Gloria, p. I, cap. XXXII). Cabría interprertarlo, bien como un caso del sentido primitivo del verbo ser, o, quizás mejor, como supervivencia de la época en que ser se empleaba para indicar situación local en competencia con estar. Es del mismo tipo que la ex presión corriente mañana seré contigo.
Al significado de existir, ocurrir, suceder, responden las frases usuales sea lo que sea, o lo que fuere, sea como sea, fuere lo que fuere, fuese como fuese, etc. También el subjuntivo-imperativo ¡Sea! , concesivo o aprobatorio. y algunas expresiones desiderativas como ¡Así sea!
Con que anunciativo se construyen oraciones del tipo: Es que no quiero;Es que trataban de otro asunto; Es que seria inoportuno; Era que les parecía mal; Sea que triunfe o que no... ; Quizá fuese que estaba de mal humor (BELLO. Gram. 1088). Con ellas indicamos réplica, oposición o contrariedad. En tono de pregunta, ¿Es que...? tiende a convertirse en una fórmula interrogativa fija: ¿ Es que te has enterado ya? Pueden usarse otros tiempos del verbo ser ( ¿Será que. ..? , ¿Sería que. ..? , ¿Era que. ..? ) ; pero es fuerte la tendencia moderna a inmovilizar estas preguntas en el presente ¿Es que...? , p. ej. : ¿Era que no les habían dejado entrar? .¿Sería que estaba enfadado? , se sustituyen sin violencia por ¿Es que no les habían dejado entrar? ¿Es que estaba enfadado? La fórmula invariable ¿Es que. ..? es usual en la lengua hablada, tanto en España como en América, tratándose de preguntas generales, pero siempre con matiz de sorpresa o réplica.
El verbo estar mantiene a menudo su significación originaria, no copulativa, de presencia o permanencia: No está en casa;.Estuve ayer en el teatro; La sierra de Guadarrama está al norte de Madrid.
Ser y estar. tanto en su significado propio como en su uso copulativo, admiten a veces construcciones seudoerflejas, lo mismo que otros verbos intransitivos (irse, morirse. etc.), por ejemplo en las fórmulas tradicionales con que empiezan los cuentos: Érase, o érase que se era; «Érase un hombre a una nariz pegado» (QUEVEDO); «Asno se es de la cuna a la mortaja» (CERVANTES). Como observa Bello, «Me soy parece significar soy de mío, soy por naturaleza, por condición» .Yo me soy hombre pacífico.
Con estar, el uso seudorreflejo es algo más frecuente: T e estarás en casa todo el día; Me estuve junto a la lumbre; Los viejos de la aldea se estaban al sol toda la tarde entera. Estarse significa que el sujeto permanece voluntariamente en una situación, posición o estado.
Además de ser y estar se emplean otros verbos y frases verbales con valor copulativo, tales como parece,.venir, ser tenido por, ser llamado, etc. Por ejemplo: el río venía desbordado; parece un general; es tenido por sabio. Este valor copulativo es frecuente en los verbos de estado e intransitivos (duerme tranquilo, vivían felices, queda contenta, etc. ), con los cuales es difícil deslindar si el adjetivo funciona como atributo, como modificación adverbial del verbo, o con ambos sentidos a la vez. La Academia Española los denomina predicados de complemento, y con ello da a entender que se hallan en los límites entre la predicación nominal y la verbal (v. § 167). En tales casos, aunque el verbo tiene el papel de enlace entre el sujeto y la cualidad, y por consiguiente las oraciones son atributivas, añade algún matiz especial de significación que hace que no podamos mirar estos verbos como enteramente vacíos.

44. Diferencias entre los copulativos «ser» y «estar». La finísima diferencia en el empleo de uno y otro verbo es una de las cualidades más destacadas de la lengua española. Expresa un matiz de las oraciones atributivas, difícil de percibir con precisión para los extranjeros cuya lengua no conoce más que un solo verbo copulativo. Las gramáticas más autorizadas se limitan a decir que ser atribuye cualidades consideradas como permanentes, en tanto que estar las considera como transitorias o accidentales. La explicación no es equivocada, pero es insuficiente, porque no siendo claramente perceptibles los límites entre lo permanente y lo transitorio, deja la interpretación de cada caso a la apreciación subjetiva, infalible desde dentro de la sensibilidad linguística española, pero oscura y vacilante desde fuera de ella. Sirve para los casos más claros ( ser guapa y estar guapa) ; es algo forzada para distinguir entre ser alto y estar alto aplicado a un joven; y es absolutamente contradictoria cuando tratamos de darnos cuenta de por qué ciertas cualidades tan permanentes como las representadas por los adjetivos vivo y muerto se atribuyan precisamente con estar y no con ser .
HANSSEN dio un paso importante hacia la comprensión clara del problema al señalar el carácter imperfectivo de las frases con ser y el perfectivo de las construidas con estar. Aunque más adelante hemos de tratar con extensión de la diferencia, tan fecunda en la Sintaxis verbal, entre los conceptos de perfectivo e imperfectivo, anticiparemos ahora lo necesario para la cuestión de que tratamos.


Curso Superior de Sintaxis Española. Samuel Gili Gaya.

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